Diseñadora: Laura Malingraux

Tras una exhaustiva búsqueda de Escuelas de Moda, Laura se decantó por IADE motivada por la localización y la duración de la Diplomatura. Alentada por su padre, se animó a iniciar el curso de Diseño de Moda, tras haber habido dejado la carrera de Arquitectura.

IADE: ¿Cómo fue tu experiencia en la Escuela? ¿Lo mejor? ¿Algo en lo que podamos mejorar?
Laura Malingraux: Mi experiencia en la escuela fue buenísima. Tuve momentos mejores y momentos más duros, de más agobio, pero como todo el mundo. El profesorado que me impartió clase no podía ser mejor y las compañeras de curso fueron maravillosas, hicimos una piña. La posibilidad de ir a clase por la mañana y por la tarde, daba mucha flexibilidad para realizar pequeños trabajos puntuales.

Los reclamos siempre se hacen oír y la solicitud, tanto de la antigua alumna como de sus compañeras, de impartir clases de confección y de escalado, a la vez que una mayor profundización en los conocimientos brindados sobre  Photoshop e Illustrator, llegaron a implementarse en la programación de la Institución.

I: ¿Cuál era tu sueño (profesionalmente hablando) cuando entraste en la Escuela? ¿Cambió a lo largo de la carrera?
L.M: Cuando empecé en IADE, soñaba con montar mi propia marca «Laura Malingraux», lo que no sabía muy bien, era el estilo ni el tipo de moda al que dedicarme. A lo largo de la carrera, al haber momentos más duros a veces me desanimaba, y cambiaba de opinión. Decidía que quería ser patronista, dedicarme algo técnico, sin preocuparme de nada más. Actualmente, no concibo patronar sin diseñar, ni diseñar sin patronar. Me apasiona todo el proceso creativo, desde la idea que me viene a la cabeza pasando por plasmarla en papel, en una ilustración, hasta la confección de la misma. De la idea intangible al producto final.

I.M: ¿Qué hiciste al finalizar tus estudios hasta día de hoy?
L.M: Desde que me gradué he trabajado en varios sitios, todos ellos relacionados con el mundo de la moda. No concebía, y de hecho me he negado siempre, a trabajar de algo que no fuese de lo que había estudiado. Primero empecé trabajando de patronista en el taller de producción de David Christian. Posteriormente, cambié al Departamento de Producción y Controles de Calidad de Ecoalf, y más tarde me decanté por el puesto de diseñadora en Valenzuela. Luego, ingresé en el Departamento de Administración y Ventas en Charlotte Daniel, pero finalmente, volví a Valenzuela durante otra temporada. 

I:¿Sientes que nuestra Escuela te formó de manera adecuada de cara al mundo laboral?
L.M: Considero que IADE me ha aportado muchísimo, muchísimas destrezas para moverme en los distintos ámbitos. Quizá no tanto para ver como montar mi propia empresa, pero bueno, para eso ya hice un curso de emprendimiento con la garantía juvenil. Gracias a la formación de IADE, he podido hacer mi propia imagen corporativa, aprender a maquetar proyectos, desarrollar mi capacidad de dibujo, hacer los patrones de mis prendas… está claro que hay cosas que se han quedado en el tintero, pero es que en 3 años con 4h horas de clase diarias solamente, me parece que estaba todo muy bien aprovechado. En otras escuelas, son 4 años y 6h de clase diarias, y se dedican a meter asignaturas que al final lejos de enriquecer la formación, la empobrecen. ¡Menos es más! 

: Tal y como nos comentaste por Instagram, actualmente tienes tu propia firma de confección de moda nupcial e invitadas ¿Cómo surgió la idea del proyecto?
L.M: El proyecto surgió de mi ambición, y necesidad, de tener una firma propia (…) y para mi, emprender no es ni más ni menos que un intento de autoempleo de calidad, estable y con un salario digno.

Laura nos cuenta que su elección por el sector nupcial estuvo marcado por el mensaje con el que le gusta trabajar; el mundo de los sueños y los cuentos de hadas, y el concepto de amor para toda la vida que hace que nos evadamos de los problemas de nuestro día a día. Además nos comenta que le apasiona que, al tratarse de encargos personalizados y a medida, puede recorrer su espectro creativo constantemente sin sentirse anclada a un estilo único. 

Actualmente trabaja todos sus pedidos en su Atelier de Majadahonda, donde se encarga de llevar a cabo todas las gestiones de su ambicioso proyecto: hacer facturas, llevar la contabilidad, gestionar las redes sociales, atender clientas y vender los vestidos, contactar con los proveedores, patronar, diseñar, y confeccionar sus creaciones…

I: Cada vez más mujeres toman la decisión de montar una empresa de forma independiente y dedicarse a lo que de verdad les apasiona. ¿Qué le dirías a nuestras alumnas de moda? ¿Algún consejo para moverse en el mundo de los negocios/moda?
L.M: Que luchen por sus sueños, que no se dejen desanimar por lo que digan otras personas, ya que cuando llegue su momento, ellas mismas lo sabrán. Todo se consigue a través de muchísimo esfuerzo y dedicación, dando el 100%. Y es muy importante, antes de lanzarse, que coger experiencia.

I: ¿Tienes algún otro proyecto en el tintero?
L.M: Pues en uno de mis momentos de bajón, entre trabajo y trabajo, canalicé mi frustración en el diseño y creación de un juego de mesa de cartas, dinámico y fluído de tipo estrategia. Cuando pueda sacar un momento, mi intención es ir a la feria de Essen en Alemania y tratar de dar con alguna casa que me lo quiera publicar. A veces, viene bien romper para refrescarte las ideas.

I: ¿Harías alguna colaboración con algún alumno potencial?
L.M: Habría que ver como plantearlo pero ¿Por qué no?

I: ¿Te gustaría venir en un futuro a la Escuela, a contar tu experiencia a los alumnos de Moda?
L.M: Por supuesto que me gustaría compartir con ellos mi experiencia.